lunes, 19 de marzo de 2012

ENTENDER LAS RAÍCES










Muchas veces les digo a los alumnos que para entender el Gong Fu, deben viajar a su país de origen, China y quedarse allí una temporada, para ver como viven los chinos, cómo trabajan, como hablan, como se ¿relacionan?. En definitiva, conocer la idiosincracia del pueblo chino y su cultura.












De igual modo un japonés que estudie flamenco en una academia en Japón, dificilmente va a saber lo que es el "espíritu flamenco" si nunca ha estado en Sevilla.












Mucha gente que desconoce el Gong Fu y que su única referencia son algunas películas emitidas en la televisión, incluso llegan a decir que el Gong Fu es una especie de danza extraña con tintes marciales. Desde luego, estas afirmaciones obedecen a un total desconocimiento de las aplicaciones reales de los movimientos. Yo entiendo su postura.











Todos o casi todos los movimientos que encontramos en esas hermosas fomas del Gong Fu poseen aplicaciones de lucha, obedeciendo a un sofisticadísimo concepto de la lucha y del uso de la fuerza-energía. Sin embargo tales aplicaciones, si no se enseñan, pasarán desapercibidas a los ojos del neófito.











¿Y a qué obedece tal situación?











La respuesta la debemos buscar en la idiosincracia del pueblo chino. Debeis entender, amigos lectores, que los chinos, por su carácter no gustan de mostrar las cosas directamente. Y esto es algo que debes saber a la hora de relacionarte con ellos. Especialmente cuando estés con un maestro de Gong Fu, al cual quieres que te enseñe todo lo que sabe. Ten cuidado de no ser demasiado directo en tu relación con él/ella. Si, los españoles somos muy directos, muy sinceros, vaya. Sea para bién o para mal, mostramos nuestros sentimientos de una forma mucho más directa y sin tapujos. Nuestra forma de expresarnos es diametralmente opuesta a la de los pueblos asiáticos (japoneses, en especial).












Os pondré un ejemplo. Cuando un empresario español viaja a China o a Japón, por poner un caso, a hacer negocios con empresarios chinos/japoneses, que no crea que va a llegar y el primer día se van a sentar ya a la mesa de negociaciones. Lo chinos, querrán conocerle antes de hablar de negocios. Lo llevarán a cenar, al karaoke o de put... Querrán saber si está casado, cuantos hijos tiene, si los tiene, cuales son sus aficiones, incluso cual es su marca de calconcillos favorita. Pasará una semana antes de que empiecen las negociaciones. Advertencia a todos lo que quieran hacer negocios en China/Japón: Sed muy pacientes.












También esto es válido para el ligoteo. Si os gusta una moza de ojos rasgados, no seais demasiado directos, pues la moza puede salir corriendo.











La forma en que se practica en China es muy diferente de España. En China, nadie empieza a practicar Gong Fu con 40 años, como ocurre en España. Allí, los alumnos empiezan siendo unos niños, se pasan 5-7 horas al día practicando, 6 dias a la semana. Así están unos años, hasto los 20-22 años. Después se casan o se ponen a trabajar y se acabó el Gong Fu. Y a no ser que se dediquen a alguna profesion relacionada con las artes marciales (Profesor de AM, militar, agente de seguridad, escolta, etc.), ahí se acabó su práctica. Cuando se jubilan, cosa que en China, debido al exceso de su población, lo hacen mucho antes que en España, se irán al parque próximo a su casa, a practicar Taiji Quan o Qi Gong.













En España, la gente no practica tantas horas, pero si que lo hace durante más tiempo.













Por lo tanto, ni la metodología de enseñanza puede ser igual, ni los resultados de la práctica tampoco.












Existe otro asunto que quizás, muchos occidentales desconozcan. Y es que los chinos, desconocen el concepto de ocio. Eso tan vital para el español medio, es algo que no está dentro de la cabeza de un chino. Sólamente las nuevas generaciones que nacieron en los años 80 (del siglo pasado, se entiende) y que viven en las grandes urbes chinas, como Shanghai o Hong Kong, si empiezan a adoptar este concepto. Claro que el ocio en China y entre esta nueva generación de chinos, se entiende únicamente como un consumismo desenfrenado. Básicamente una tarde de ocio, para cualquier joven chino, en Shanghai, por poner un ejemplo, consiste en irse al centro comercial. Gastarse los yuanes en cualquier cosa, no importa mucho en qué. Después irse a cenar y de ahí al karaoke, donde se pasan horas y más horas, encerrados en una habitación y frente a la pantalla del televisor, cantando canciones de amor. No pueden ir al campo, porque solamente salir de la ciudad puede llevar dos horas de viaje, como mínimo. Además que eso del senderismo o hacerse un arroz tres delicias con los amigos en el campo es algo que no se les pasa ni por la imaginación.












Y esto es importante saberlo, porque claro está que una persona, cuya vida está llena de distracciones, (televisión, videojuegos, amigos, novia, etc.) no puede pretender llegar al mismo nivel que otra persona, cuyo tiempo está dedicado al completo a practicar artes marciales.





Como dato curioso, os diré que un/a joven chino/a tiene prohibido tener novio/a antes de finalizar sus estudios, pues ello le distrairía (cosa bien cierta, por otro lado). Al finalizar sus estudios tienen ya permiso para buscar su media naranja. Y si no son capaces (los chinos para esto son muyyyyy vergonzosos), no preocuparse. Los mismos padres serán quienes le busquen pareja. De hecho, en los parques de China, puedes ver a madres con un cartel en grande, con la foto de su hijo/a, y su currículum por si pasa algún interesado/. Lo que resta es preparar una cita con el pretendiente. Atención: ¡¡Lo que acabo de relatar no es coña!!





Hoy día podemos ver el enorme crecimiento de la economía china. Incluso en nuestro país, miles de chinos vienen a hacerse un futuro, montando negocios allí donde los españoles cierran lo suyos, por culpa de la crisis.





Realmente es pasmoso escuchar que solamente en el pasado año 2011, el 44% de los nuevos autónomos, dados de alta en la seguridad social, eran chinos.











Los grandes empresarios chinos se quejan de los impedimentos que les ponen los paises europeos, como España, para poner aquí sus grandes empresas. Creo que esto sucede por miedo a que monopolicen y dominen la economía patria. Cosa que si les dejaran, estoy seguro que harían, dada su gran capacidad empresarial.






Voy a contaros algo: en mi misma calle, todos los negocios menos tres, están en manos de extranjeros, la mayoría de ellos chinos. Como ejmplo de lo que vengo diciendo, tenemos un bar regentado por una joven pareja china, con dos niños. El bar va viento en popa, es bien cierto.










Pero su vida consiste en lo siguiente: De la casa al trabajo y del trabajo a casa.(Y eso que viven a 20 metros escasos del negocio). Y así es 365 días al año, 14 horas al día. Nunca descansan, no tienen vacaciones. Ni tienen vida social. Su vida consiste únicamente en trabajar, trabajar y trabajar.







Esto debe invitarnos a una reflexión acerca de cuales es el propósito que cumple el trabajo en nuestras vidas.






El trabajo tiene dos funciones básicas: Una de ellas es otorgrnos un medio para ganar dinero. Dinero con el que cubrir nuestras necesidades básicas y algo más.






La otra cumple una función psicológica. Es decir, la realización personal a través del desempeño de un trabajo acorde a nuestros gustos, e inclinaciones personales. Es decir: el sentirnos realizados.







La pregunta que podría sugeriros en este momento es: ¿Qué es lo que se siente realizado?






la respueta es: el Yo. Nuestro sentido de identidad. El Yo necesita sentirse identificado con algo.




Sí amigo, no somos un yo, si no una república de yoes, aquí dentro. Y todos ellos luchando por hacerse con el control de nuestras vidas. Tenemos un yo padre, un yo español, un yo fallero, un yo profesor, un yo salsero, etc., etc.







¿Con cuál de todos esos yoes te sientes más identificado?






Sería muy largo de explicar y sin dudas, podría extenderme muchísimo más sobre el tema. La questión es que ¿Por qué trabajan tanto y tanto estos chinos?







La solución a este engima la tenemos en dos frentes: Por un lado tenemos que la reforma económica iniciada por Deng Zhao Ping, en la decada de los 80 del siglo pasado, introdujo unas reformas económicas en el páís del dragón, que cambiaría el modelo económico seguido hasta aquel entonces. Este acontecimiento, abrió las puertas al modelo económico neoliberalista, propio de occidente y cuyo germen debemos buscarlo, como no, en EEUU.




"Eres lo que tienes", parece ser el argumento para esta ideología fundamentada en el materialismo. Ya que Carl Marx fué el padre del "materialismo ideológico", y al ser el marxismo la cuna del comunismo y el socialismo, este modelo económico no encontró oposición en China. De tal modo que nos encontramos frente un sistema político-económico, que fusiona con increíble genialidad, el comunismo más represivo, con el consumismo más voraz.





Y los ciudadanos y campesinos chinos han sido debidamente adoctrinados, a la fuerza en esta ideología. ¡Y hay de aquel que se le ocurra pensar de otra manera!



La disidencia en China tiene en la carcel su fatal destino.



De todo ello resulta la actitud de los chinos de hoy en día.



¿Dónde quedaron las enseñanzas de Lao Tsé o de Buddha o de tantos y tantos maestros realizados que China a visto nacer? En los tiempos actuales y para esta ideología, si algo no da dinero, no interesa o no sirve a los "intereses" del pueblo.









Movidos por un afán de riqueza, cegados por una codicia que no conoce límites, los chinos (Y no solo ellos), se encuentran volcados en una carrera sin frenos, en pos del progreso económico. El único progreso que esta ideología entiende. Un progreso, que obviamente nunca se verá colmado, pues cuando se tiene 10, quieres 20, pero cuando tienes 20 quieres 50. Nunca es suficiente, nunca nada es bastante. Y así los recursos naturales se van agotando más y más, a la par que la población mundial crece y crece. Y no solo eso, si no que además de crecer en número, también crece en necesidades que cubrir y en deseos que satisfacer.





Y así nos vemos todos inmersos en este torrente que lo arrasa todo, en pos del "estado del bienestar" y en aras del "crecimiento económico ilimitado". Corriendo siempre detrás de una moderna quimera del oro llamada "PROGRESO".





Es interesante recordar que muchas especies de dinosarios se extinguieron debido a que su población aumentó en tal grado, que acabaron pronto con los recursos naturales que les daban el sustento.







Por otro lado y volviendo a la segunda función mencionada anteriormente sobre la realización personal, la persona siente reforzado su sentido de identidad cuando posee la capacidad de manipular, de cambiar las cosas. En este sentido, los chinos (y no solo ellos, claro está) se encuentran a gusto volcando todo su tiempo y energía vital en el trabajo, porque les hace sentirse más Yo.






Todo ello entronca dentro del contexto de la mejor exposición que se ha hecho nunca acerca de las necesidades humanas, descubiertas por el psicólogo Abraham Maslow, uno de los padres de la Psicología transpersonal, en su famosa Pirámide de Maslow. Donde podemos encontrar la necesidad de realización personal, (a traves del trabajo, la familia, el deporte, etc.) como una de los 6 niveles de necesidades humanas, hasta llegar a la última y más elevada de esas necesidades y a la que solo llegan los espíritus más refinados: La necesidad de trascendencia.







Sin embargo, volcarse excesivamente en el trabajo más allá de una necesidad económica-material, puede resultar perjudicial para la persona. Pues puede socabar el resto de facetas de su vida.






Y es que amigos míos, vivimos en un inmenso teatro. Y todos y cada uno de nosotros estamos representando un papel. Es más, diría yo que estamos representado diferentes papeles. Unas veces el papel a reprensentar lo hemos elegido nosotros, y otras veces, se nos ha dado.






Particularmente me veo representando varios papeles en mi vida: Represento el papel de padre, el papel de esposo, el papel de hijo, el papel de maestro, el papel de contribuyente, y otros más. Pero yo no mo creo ninguno de esos papeles. Sencillamente no me los creo. Simplemente interpreto un papel, como si de un actor se tratase.







El problema viene cuando el actor/iz que somos se cree el personaje que está representando. Es decir, SE IDENTIFICA, en tal o cual papel y en su ignorancia, cree que ése/esa es su verdadero Yo, su verdadera identidad. Ahí es cuando comienza un proceso patológico, que tarde o temprano va a derivar en frustración, ira, resentimiento, etc. y en definitiva en un malestar existencial que no le dejará vivir en paz, en la verdadera y auténtica PAZ. Esto sucede así porque nuestro ego, sea individual o colectivo, siente la necesidad de identificarse con cualquiera de esos papeles.






Pongamos el ejemplo de una madre o de un padre. Durante tantos años se han identificado tanto en sus respectivos papeles de madres-padres, que cuando pierden su funcion, porque los hijos se independizan, desean tener nietos para asumir un nuevo papel, el de abuelos. ¿Lo veis? Cambian un cliché por otro. Sencillamente el ego siente la necesidad de identificarse en algún papel, sea el que sea, con tal de seguir vivo. Pero cuando ya no pueden asumir dicho papel, por la circunstancia que sea, no encuentran ya sentido a sus vidas. Por lo tanto se mueren, porque la fuerza vital proveniente de su ego, se ha agotado.








Por no estar atentas, las personas viven sus vidas sumidas en el espeso velo de la ignorancia. Sin conocer nunca cuáles son los mecanismos, los engranajes, los resortes internos que accionan sus vidas. Y así permanecen prisioneros de sí mismos. Esclavos, si saberlo de sus propios impulsos. Los cuales, por permenecer en la sombra del incosciente, domina por completo sus vidas.








Creen que por no estar en la cárcel, ya son libres. Y no se dan cuenta de que viven en una prisión. La prisión de sus propias mentes.








Claro está, aquel que se atreve a lanzar una sonda a ver que hay. Y comienza a descubrir qué se esconde detrás de todos los actos, palabras y pensamientos que jalonan nuestras vidas, empieza a comprender, pues es el conocimiento es el que nos hace libres.




Y fruto de esa comprensión me invade un sentimiento de compasión, por todos los seres que sufren.








Entonces te sales del esquema. Y es entonces cuando los demás te dicen que estás loco. No es que tú estés loco, es simplemente que te has salido del esquema. Del esquema del autoengaño, en el que viven millones de seres humanos. Todos ellos aquejados de un mismo mal: LA IGNORANCIA. Son ellos los que permanecen aferrados a su locura, sin saberlo.




Si, si, El ego o sentido de identidad se vive de forma diferente dependiendo del entorno sociocultural en el cual ha crecido la persona.



Los occidentales tenemos un ego individualista, puesto que las sociedades occidentales se fundamentan en el individualismo. Es decir:



La sociedad para mí.



De tal afirmación se desprende una pregunta que muchos se hacen:



¿Qué puede hacer la sociedad por mí?



En el caso de China, esa afirmación sería todo lo contrario:


Yo para la sociedad.



Al igual que el caso anterior, también aquí los chinos se hacen esta pregunta:




¿Qué puedo hacer yo por la sociedad?






Los chinos, poseen un ego comunitario, que no comunista. Y eso es algo que puedes ver en las calles de cualquier ciudad de este gran país. Y es que todos los chinos te parecen iguales. Y no solamente en su fisionomía. No porque todos sean morenos, de casi la misma complexión física y altura (aunque eso depende de las regiones y las etnias, que para quien no lo sepa, existen 56 etnias en China). Si no sobretodo porque nadie intenta destacar sobre los demás. De hecho no existen tribus urbanas, que no son otra cosa que un intento de autodefinirse por parte de una personalidad-ego en formación.




Otro ejemplo lo puedes ver cuando contemplas una exhibición de Taiji Quan o Gong Fu. Cientos o miles de personas moviendose a la vez, con impecable precisión. Si hay algo que me ha impresionado sobremanera al respecto han sido las exhibiciones y desfiles militares en la plaza roja de Tian An Men, en Beijing (Pekín). Aquí si haces una prueba con tan solo 5 personas, 5 alumnos a los que les pidas que hagan una forma al mismo ritmo, puedes ver que a los 20 segundos, cada uno sigue su propio ritmo, sin ser capaces de ir todos a una. Este es un claro ejemplo de que aquí cada uno va a la suya. ¡Y así nos va!





Y por poner ejemplos que no quede. ¿Os habeis fijado como comen los chinos? Ponen los platos en medio de la mesa y cada comensal va cogiendo y comiendo. Esta forma de comer obliga a preocuparse porque todos tengan suficiente. A respetar los demás.





¿Y los occidentales? ¿Cómo comemos los occidentales? Pues cada uno en su plato. Así no te tienes que preocupar de si cada uno tiene su ración.





Claro que todo tiene sus pros y sus contras. El sistema chino provoca enfermedades bucales, fruto del intercambio de saliva al introducir los palillos inpregnados de saliva y bacterias en el plato donde otro mete a su vez sus palillos también llenos de bacterias. por esa razón puedes ver que tantos chinos tienen problemas dentales, y deformidades.





Para ilustrar el tema os contaré un cuento chino:





Se dice que los seres que habitan los infiernos pasan mucha hambre, mientras que los habitantes del reino de los cielos, comen a gusto. Todos ellos utilizan palillos muyyyy largos. Ahora, ¿Sabeis por qué unos comen a gusto y otros no?




Porque el infierno está lleno de gente egoista que solo se preocupa de sí mismo. Entonces no alcanza a meterse la comida en la boca. Mientras que el cielo está lleno de gente muy altruista que si se preocupa de los demás, de manera que uno da de comer al que tiene enfrente.




Cabría preguntarse por qué los inmigrantes chinos consiguen montar esos negocios con locales inmensos, en las mejores zonas. ¿De donde sacan el dinero? Muy sencillo: Porque ahí ponen dinero todos. Amigos, hermanos, primos, todos. Todos se ayudan y así prosperan. Esa es su fuerza. La unión es la fuerza.



Todo ello no demuestra para nada que los chinos sean mejores que nosotros, pues ellos poseen también un sentido etnocentrista muy elevado. Inclusive se puede hablar de marginación que hace laétnia dominante, los Han, sobre el resto de etnias minoritarias, que pueblan la gran China.





Bién, ¿Habeis visto cómo ha derivado el tema? Más bién parece un capítulo de Los Simpson. En fin, chuflas aparte lo importante del tema es entender que para conocer como está estructurado el Gong Fu, es muy importante conocer y comprender la cultura donde nació.




Una vez más, aviso que todo lo expuesto no son más que opiniones subjetivas de este que escribe.




NO CREAS NADA DE LO QUE LEAS EN ESTE BLOG.






PAZ




















1 comentario:

elenacris dijo...

Me encanta. Gracias!!