sábado, 24 de octubre de 2009

COMPETICIÓN: ¿SI O NO?

Vivimos en una sociedad competitiva. De hecho la competición existe tanto en la sociedad humana como en el reino animal, vegetal y en general, en la naturaleza. Unos compiten por sobrevivir, otros por llevarse a las hembras de la manada, otros, lo hacen por el territorio, otros por un puesto de trabajo. Queramos o no, en la vida existe la lucha.
Las artes marciales no escapan a esto y ciertamente muchos gimnasios, promueven la competición entre sus alumnos.
Particularmente, nunca me he opuesto a la competión. Creo que es incluso favorable con algunas personas y en determinados momentos. Ahora bién; ¿Qué es lo que buscan los competidores?
Si estudiamos detenidamente la psicología propia del competidor (cosa arduo estudiada en la psicología del deporte), llegaremos a interesantes conclusiones.
La edad de los competidores suele ser, por regla general muy corta. Y esto es muy significativo. En ningún campeonato, vamos a encontrar gente de edad madura. Siempre veremos niños y adolescentes, con un ego en formación. ¿Qué es lo que buscan? Quizás pueda dar algunas claves al respecto:
Primero: Ser superiores.
Destacar por encima de los mortales. Hacer algo que nadie más puede hacer, diferenciandose así del resto de las personas. Este comportamiento es típico de personas con una personalidad todavía inmadura. No hay mas que ver los intentos que hacen muchos jóvenes de ser diferentes. Su ropa, sus gestos, todo para ser alguien especial y reforzar asi su sentido de identidad. Muchos jóvenes quieren aprender a doblar lanzas con el cuello y otras demostraciones del poder del Qi Gong. La pregunta es: ¿QUé utilidad tiene esto? Ninguna. Es solo una herramienta más al servicio del ego.
Esto es algo muy típico de individos pertenencientes a sociedades occidentales, donde el individualismo es muy fuerte. No ocurre tanto en sociedades orientales como China donde la reminiscencia de las enseñanzas de Confucio, prevalecen a pesar de los siglos. Aunque la cosa está cambiando. Desgraciadamente.
Segundo: Poder.
Este deseo viene relacionado con el primero. Es curioso observar como en mis clases, a los alumnos les encanta aquellas técnicas en las que se inmoviliza y somete al compañero, mediante tecnicas de Qin Na (literalmente, controlar y agarrar). A las personas les gusta sentir que tienen el poder de someter, de vencer a otros. Unos, pretenden hacerlo mediante el dinero. El dinero es poder. Por eso, muchos jovenes desean estudiar profesiones que dan dinero, por que el dinero es poder. El poder de controlar y dominar a los demás. Y otros, pretenden hacerlo, subiéndose a un ring y atizandole al de enfrente. Verle derrotado. La sensación es maravillosa. Sentirse fuerte, poderoso, VENCEDOR. Lo dicho: Estas personas todavía están en un nivel evolutivo todavía poco desarrollado.
Tercero: Reconocimiento.
De los padres, de los amigos, del público, del novio o la novia. Que se sientan orgullosos. Que sepan lo que valemos. Buscamos el reconocimiento, para sentir que somos sujetos validos y capaces.
Cuarto: Supervivencia.
Esta situación, afortunadamente, no la vivimos en España. Nadie lucha por dinero, salvo los boxeadores. Aunque creo que existen otras formas de ganarse el pan, sin necesidad de descuajaringuarle el rostro a nadie. No es así, por ejemplo en Thailandia, el país donde los monjes budistas y las putas pululan por doquier. Allí puedes encontrar padres que le entregan a su hija pequeña a un proxeneta, a cambio de una lavadora, como a otros padres, que llevan a su niño pequeño a que se dé de tortas con otro niño, a cambio de una bonita suma de dinero. Ciertamente lamentable. Pero es así. Supervivencia sí, porque a veces las tortas traen el pan a casa. Y un ojo morado, es el precio que hay que pagar para poder comer caliente (nunca mejor dicho).
Quinto: Superación personal???
Pongo esto con interrogantes, porque yo también intento superarme día a día, pero no intento ser mejor que nadie. Solo espero realizar mi trabajo, lo mejor que sé, aprendiendo cosas nuevas que ayuden a mis alumnos, día a día. No pretendo ser mejor profesor que otros. Pero espero ser mejor profesor dentro de 10 años, de lo que soy ahora.
Sexto: Aumentar la autoestima.
No todo iva a ser negativo. en determinados individuos, Vencer y ganar supone un refuerzo a su autoestima perdida. (Pero esperemos que no se lo crea demasiado). Y es que en el fondo, queridos amigos, lo que hay detrás de todo esto, es un complejo de inferioridad, que intenta (en la mayoría de las veces, de forma incosciente) ser superado, a base de guayas al prójimo.
Si tú, amigo lector, estás interesado en recibir clases de éste que escribe, plantéate antes qué pretendes conseguir con el Gong Fu. ¿Ser especial, mas poderoso, quizás? Si es así te aconsejo que te vayas buscando otro maestro. Estoy seguro que lo encontrarás facilmente. Pues entre otras cosas, las instituciones públicas apoyan este concepto del deporte.
Bién amigos, es posible que me equivoque, es posible que no sepa nada de nada. Incluso, es posible, que el té que estoy tomando, esté en mal estado y me afecte las neuronas. Simplemente expongo mi opinión personal (derivada de toda una vida dedicada a las artes marciales, por cierto) y como este es mi blog, pues a quien no le guste, que no lea.

4 comentarios:

Jaime dijo...

Buena reflexión, o el té que me estaba tomando tambien estaba en mal estado .

Un saludo jaime

lolo dijo...

Madre mía, es que no hay charla en la que no te cagues fuera del tiesto... ¿Tu no has competido mucho verdad?, preguntate, a ti mismo, a ver si no quieres que tus alumnos compitan por algo más...

Agustin dijo...

Jamás he negado, ni prohibido, ni desalentado a que compitieran a ninguno de mis alumnos.

La edad media de mis alumnos ronda los 35 años de edad. Nadie con esa edad, le atrae la competición.

Espero por tu propio bién, que calmes la ira que hay en tu corazón.

Y por cierto, este es un blog de opinión personal, no espero que nadie comparta mis opiniones.

Gracias por comentar.

Agustin dijo...

Lolo, lo siento, la tremenda ira y el venenoso aire de resentimiento que respiran tus líneas, no van a tener más esacio en este blog.

Tu clara animadversión hacia mi persona han cruzado el límite.

Por tal motivo, te aconsejo no malgastes tu tiempo en dar rienda suelta a tan iracundos sentimientos.

Agradezco tus comentarios, pero no estoy dispuesto a dejar que ningún gallo de pelea entre en mi corral.

Aquí no hay sitio para las disputas, ni para las palabras de odio, que tan bién has mostrado en tus comentarios.

Espero sinceramente, que hayes un poquito de sosiego a tu corazón.