En primer lugar pide asistencia:
"Humildemente, pido la asistencia para este ejercicio de los espíritus luminosos y de los seres de luz, así como a mis angeles custodios, a mis guías, visibles e invisibles y por último al Principio Divino que anida en cada ser, en cada cosa y en cada rincón del universo, que es Omnipresente, Todopoderosa y Eterna"
Ahora repite todo el proceso anteriormente descrito, pero en vez de visualizarte a tí mismo dentro de la esfera, visualiza ese alguien, o algo al que quieras proteger. Puedes proteger a un ser querido, tu mascota, tu casa, tu coche, cualquier cosa. Al acabar, pronuncia mentalmente, el mantram OM. Da las gracias de corazón.
Para comprobar que el aura de esa persona o cosa o lugar se ha transformado y fortalecido haz el siguiente experimento:
Antes de hacer cualquier cosa, testea el aura o campo energético de esa persona, cosa o lugar. Utiliza una mano o las dos, y desde una distancia de unos 6 metros ves acercándote despacio, moviendo la mano en una suave ondulación, con la palma de la mano siempre dirigida hacia la persona, cosa o lugar. En algún momento percibirás un cambio en la densidad del aire, como si se volviera más denso, también puedes percibir, presión, calor, frescor, pinchazos u ormigueo, tanto en la palma de la mano como en la punta de los dedos. Podrás ver que hay varias "capas", donde tu mano registra estas sensaciones. Son las capas del aura. Recuerda dónde y con qué intensidad detectas el aura.
Cuando acabes el ejercicio, vuelve a testear el aura y podrás comprobar que se ha producido un cambio significativo. Comprobarás que allí donde se encontraba el límite de la esfera por ti creada, así también detectas un cambio evidente en el aura de la persona, cosa o lugar.
También puedes mirar su aura, como hacen mis alumnos. Para ello, mira un punto cuatro dedos por encima o más allá de la periferia del cuerpo de la otra persona. Desenfoca la mirada y espera. Al cabo de unos segundos empezarás a distinguir un resplandor blanco brillante alrededor de la persona. Verás que esa luz se mueve, como si fuera una especie de bruma luminosa. Hazlo antes del ejercicio y luego vuelve a hacerlo tras acabar el ejercicio. Podrás ver la diferencia. La verás mucho más brilante, densa y expandida.
Si lo haces repetidamente, como rutina diaria, comprobarás que tu resistencia o la de la persona a la que se lo hagas, se habrá fortalecido, frente a los factores climáticos, ambientes, otras personas, etc.
Practicad y experimentad. Este es un regalo que os doy. Espero que sepais aprovecharlo y que lo disfruteis. Es realmente una herramienta muy útil y efectiva para protegernos de las influencias negativas que nos rodean.
Saludos.
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